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“Existe al menos un rincón del Universo que con toda seguridad puedes mejorar, y ese eres tú mismo.”
Este es un método muy potente de trabajo con las Jerarquías de Luz, que sirve para recodificar y restaurar los códigos primordiales, además de tratar los procesos o patologías específicas de la persona.
Mi experiencia personal con el método fue de despertar total y repentino, de empezar a “ver” toda mi vida con total claridad y “saber” con toda certeza lo que es correcto para mí en este momento, y lo que debo soltar con urgencia.
Es una forma de trabajar con lo “invisible” para hacerlo visible. Se recodifica nuestro ADN, nos liberamos de las memorias que nos dificultan la vida, nos alineamos con la Fuente, se armoniza todo nuestro Ser, en todas sus expresiones. Los resultados aunque sutiles pueden ser muy evidentes. Pueden llegar con una sola sesión, como fue mi caso al principio, o después de varias, según el ritmo de cada uno y el momento en el que se encuentra en su propia vida. De manera inmediata o paulatina se produce un “salto cuántico” en la conciencia. Cada siguiente sesión nos libera de lo que nos bloquea, vamos quitando capas, como de una cebolla, y nuestra vida se hace más armónica y luminosa.
El fin de una vida humana no es ser “una persona buena” sino ser “una persona íntegra”. Para ello se necesita integrar nuestra luz y nuestra sombra. Es hora de identificar y soltar, no de remover y activar. Toda experiencia humana conlleva un aprendizaje.
Desde el 2014 la Humanidad entró en un proceso de reseteo total, aunque de forma sutil. En 2020 este reseteo se hizo evidente. La Humanidad está despertando a pasos agigantados. Este proceso es cada vez más intenso y se está volviendo urgente tomar acción desde la honestidad con uno mismo. El miedo, la ira y el odio ya no son una opción.
Con esta técnica se trabaja el ADN de la persona para posibilitar el siguiente paso en la evolución humana, entrar en la 5D, lo que significa vivir en el momento presente con presencia, formando parte del campo unificado de conciencia, conectando desde el corazón, a un único pulso, el de la Vida.